Lolerío "gótico" paga el pato por crimen de curita Faustino
Fabiola Fuentes, de 17 años, cursa cuarto medio y se define como una chica dark o amante del vestuario negro, la onda depre y los adornos extravagantes.Su pelo tiene varias trencitas bahianas, de las cuales cuelgan caleta de pequeños alfileres de gancho, como si sus cabellos fueran una mezcla de chorizos metálicos y de crin. El mismo elemento de costura que salva caleta cuando sale volando el principal botón del pantalón le atraviesa el lóbulo de la oreja como si fuera el más fino de los aros.
Y para amononarse, usa el negro como pintura de uñas, los ojos y labios. El resto del rostro es blanco como una muñeca de porcelana.
La discriminan por su pinta
Pero su estrafalaria pinta "gótica" le ha traído varios problemas y malas ondas desde que ocurrió el sangriento asesinato del sacerdote Faustino Gazziero en la Catedral Metropolitana, donde el victimario atribuye que el demonio guió con maestría su cuchillo degollador.
La estudiante del colegio Mariano Egaña de Peñalolén aseguró al diario pop que, por ejemplo, los micreros no le paran sus amarillas máquinas cuando estira en los paraderos su dedo índice pintado con la uña negra.
Y al llegar a dormir a su casa ubicada en una población de Quilicura, las patotas que viven en las esquinas la molestan y suben altirante al columpio. Le dicen, por ejemplo, "pobrecita, discúlpala, Señor, porque no sabe lo que hace". También la rodean entre varios e improvisan callejeros rituales de exorcismo.
"Lamento lo del cura, pero la gente nos mete a todos los que nos vestimos de negro y de forma extravagante en el mismo saco y más encima nos están tratando mal. Me parece injusto que nos carguen por el crimen", alega la aprendiz dark y voluntaria en la Corporación Encuentro.
Se peina con internet
En la institución que funciona en Grecia con Ictinos, Peñalolén, ella está a cargo de la sala de internet y ayuda a navegar a quien se "abroquele" con la tecnología.
Incluso, por esas cosas que el azar sabe urdir muy bien ha sido la encargada de enseñarle computación a uno de sus profesores e inspectores del colegio.
Su compañera de pega al gratín, la famosa Jaco Gutiérrez, de 24 años, quien las hace todas en la Corporación Encuentro, también ha experimentado la misma mala onda por seguir la onda JRock, los amantes de los comics japoneses.
Al director del organismo, Claudio Orrego, le parece na' que ver que la gallada meta en el mismo saco a todos los cabros que son diferentes y que más encima los involucre casi como autores del asesinato.
"En Chile tenemos que aprender a convivir en la diferencia. Ese es nuestro gran desafío como sociedad", afirmó .
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